1 - Evaluación personalizada: Mediante una consulta online detallada, se analiza el tipo de piel, estilo de vida y preocupaciones estéticas del cliente, con el objetivo de entender mejor sus necesidades y diseñar una rutina que se ajuste a sus objetivos.
2 - Plan de tratamiento a medida: Basándose en los resultados de la evaluación, se crea una rutina de cuidado facial y/o corporal con productos recomendados específicamente para cada cliente. Esta rutina incluye desde limpiadores y cremas hidratantes, hasta sueros y protectores solares, adaptados a las necesidades únicas de la piel.
3 - Seguimiento y ajustes: A lo largo del proceso, se realizan consultas de seguimiento para evaluar los resultados y ajustar la rutina si es necesario, asegurando así que los mejores resultados se mantengan en el tiempo.